Qiu Jin poeta china
Ni el Sol ni la Luna dejaron rastro de luz, la Tierra está oscura,
Nuestro mundo de mujeres tan profundamente hundido, ¿quién podrá ayudarnos?
Las joyas vendidas para pagar el viaje por los mares,
Separada de mi familia dejo mi tierra natal.
Desvendando mis pies limpio mil años de veneno,
Con mi corazón ardiente animo a las mujeres.
Ay, este delicado pañuelo mío
Manchado mitad de sangre y mitad de llanto.
Poema de Qiu Jin, tomado de una nota de NYTimes